"Comencé a sentarme a meditar en silencio y quietud
por mi cuenta y riesgo,
sin nadie que me diera algunas nociones básicas o que
me acompañara en el proceso [...]; y enseguida comprendí
que se trataba de aceptar con buen talante lo que viniera,
fuera lo que fuese"
Pablo d'Ors, Biografía del Silencio. Siruela, Madrid, 2012.